Una Ilusión Costosa de Control: Sin Ganadores, Muchos Perdedores en la Carrera de IA entre EE. UU. y China
Durante los últimos tres años, tras el rápido desarrollo de la inteligencia artificial generativa (GenAI), la ya tensa competencia tecnológica entre Estados Unidos y China se ha intensificado. La IA se ha convertido en el foco claro de los esfuerzos estadounidenses, que buscan ralentizar la capacidad de las empresas chinas para desarrollar modelos avanzados. Esta dinámica ha afectado a las cadenas de suministro y a muchos países en toda la cadena de IA. La geopolítica de la IA se ha convertido en el principal campo de batalla entre Estados Unidos y China, con externalidades negativas cada vez más desconocidas.
Simultáneamente, esta competencia ha obstaculizado el progreso hacia el desarrollo de un marco internacional para asegurar el desarrollo seguro y protegido de la IA. Estos problemas, que se han discutido durante mucho tiempo en la literatura académica, han escapado ahora de los confines de la torre de marfil. La inteligencia artificial general (AGI) o la superinteligencia artificial (ASI) han pasado de ser conceptos teóricos a resultados aparentemente alcanzables en un plazo mucho más corto de lo que los expertos creían hace solo cinco años.
Dominio de la IA en la Competencia Tecnológica entre EE. UU. y China
Varios hilos clave de pensamiento han llevado a la situación en la que Estados Unidos y China se encuentran atrapados en una lucha por dominar la IA, caracterizada por muchos, especialmente entre los policymakers y think tanks estadounidenses, como una competencia de suma cero. Según esta narrativa, quien logre alcanzar algo que se asemeje a la AGI ganará, ya que utilizará esta ventaja para obtener beneficios estratégicos. Las implicaciones de este marco son profundas para el mundo, dado que las empresas en Estados Unidos y China son, con diferencia, los líderes globales en el desarrollo de modelos de IA de frontera.
El actual conjunto de controles de exportación de EE. UU. que apunta a la cadena de IA proviene en gran medida de dos fuentes:
- Gobernanza del cómputo: la afirmación de que el hardware de cómputo debe ser restringido como una manera de controlar el desarrollo de la IA; y
- La identificación gradual de China como el objetivo más importante de tales restricciones.
Este enfoque ha sido popularizado en círculos de alineación de IA y se ha visto influenciado por observaciones más amplias en economía y geopolítica.
Costos de la Gobernanza del Cómputo en la Industria y la Geopolítica
A pesar de las preocupaciones legítimas sobre cómo la IA avanzada podría ser utilizada por actores no estatales maliciosos, el cambio de enfoque hacia la aplicación casi exclusiva de este concepto a una nación-estado, China, parece haber sido un error claro. Las implicaciones de aplicar este enfoque a China no parecen haber sido consideradas exhaustivamente, y no se han realizado esfuerzos para reunir a un grupo más amplio de individuos que comprendan el desarrollo tecnológico global, el desarrollo político y económico de China, las cadenas de suministro y las hojas de ruta comerciales a través de las pilas de IA y semiconductores.
Los impactos y costos de esta decisión han sido inmensos. Sin ser examinados y controlados, es probable que conduzcan a un mayor riesgo de conflicto entre Estados Unidos y China, incluyendo sobre Taiwán, que sigue siendo el centro de producción del hardware de IA más avanzado.
Además, la respuesta de China a los controles de EE. UU. incluye prohibiciones sobre minerales críticos y elementos de tierras raras, con costos que probablemente aumentarán considerablemente en los próximos meses.
Construyendo Barreras y Reimaginando las Apuestas Antes de que Sea Demasiado Tarde
Nos encontramos en una ventana crítica. Tanto EE. UU. como China tienen el cómputo necesario para al menos las próximas dos generaciones de desarrollo de modelos, lo que significará un progreso exponencial hacia la AGI. Durante los próximos 24 meses, habrá muchos GPUs avanzados fluyendo hacia los centros de datos de IA en todo el mundo, mientras los productos de IA, incluidas aplicaciones de agentes cada vez más sofisticadas, sean desplegados.
Desarrollar un mecanismo bilateral entre Estados Unidos y China para discutir el desarrollo de IA y la AGI en particular es esencial. Esto requerirá un esfuerzo importante para estabilizar la relación bilateral, construir confianza en torno a cuestiones tecnológicas que se han vuelto ideológicamente cargadas y encontrar un acuerdo que aborde problemas transnacionales.
La comunidad de seguridad en IA, que ha sido desplazada en cierta medida, puede desempeñar un papel importante al atraer la atención sobre los peligros de la competencia de IA entre EE. UU. y China, que podría descarrilar el impulso hacia un marco global de seguridad en IA.