AI, Gobernanza y Nuestro Futuro “Utopiano”
Hablar sobre inteligencia artificial (IA) y gobernanza en este momento es una tarea desalentadora. Las capacidades de la IA están cambiando rápidamente. Es muy probable que estemos en medio de un ciclo de exageración respecto a cuán confiables y útiles pueden ser hoy en día. No obstante, los actuales modelos de lenguaje tienen capacidades impresionantes. La expectativa general es que vendrán más y mejores avances, ya sea basados en esos modelos o en algún otro paradigma de IA. Se están gastando enormes sumas de dinero y consumiendo grandes cantidades de energía en la proposición incierta pero plausible de que la inteligencia general artificial (AGI), un nivel de IA que igualará y superará las capacidades humanas de habla y razonamiento, está a la vuelta de la esquina.
Un Nuevo Modelo de Gobernanza
En paralelo, se está desarrollando en los Estados Unidos un nuevo modelo de gobernanza bajo la dirección del presidente Donald Trump, junto con Elon Musk y su “Departamento de Eficiencia Gubernamental”. La caracterización de este modelo es una de las controversias actuales. ¿Es populismo, una revuelta tardía contra las élites corruptas y egocéntricas? ¿O es autoritarismo, impulsado por las ambiciones y resentimientos del presidente y sus allegados? ¿O una forma de tecnocracia que refleja el auge de los “señores tecnológicos”?
El resultado neto de estas dos situaciones dinámicas es que cualquiera que hable con gran certeza sobre lo que depara el futuro probablemente está sobreconfiado. Pero el cambio rápido no ocurre sin más; requiere tiempo para acumular impulso. Tratar de entender cómo llegamos aquí podría ayudarnos a distanciarnos de las pasiones y suposiciones del momento.
Una Ideología de Progreso
Lo que estamos viendo es la expresión práctica desordenada de una cierta ideología de progreso que ha estado presente de una forma u otra durante mucho tiempo. Esta ideología sostiene que el desarrollo tecnológico significa que la humanidad puede y eventualmente superará la necesidad de trabajo y gobernanza. Estos aspectos perennes de la vida humana son productos de la escasez, y cuando la escasez se supere, “se desvanecerán”. Las caóticas consecuencias de implementar esta ideología en las circunstancias actuales no son solo el resultado de factores históricos contingentes, sino que reflejan malentendidos profundos sobre la vida humana y la gobernanza que son inherentes a esta visión del progreso.
La Historia de la IA
En cuanto a la IA, en Occidente hemos tenido más de 2,000 años de narraciones míticas, especulación filosófica y esfuerzos prácticos en la creación de seres semejantes a los humanos para diversos propósitos. Desde Aristóteles hasta los golems y la figura de Frankenstein, este deseo de crear vida refleja un anhelo humano profundo. La creación de vida por parte de los seres humanos es necesaria para nuestra perpetuación, pero está sujeta a todas las incertidumbres de lo que ahora llamamos la “lotería genética”.
A lo largo de la historia humana, tales creaciones solo podían imaginarse, y las historias que contábamos sobre ellas eran en su mayoría cautelares. Hoy en día, a medida que estamos empezando a realizar algunos de esos antiguos sueños, la mayoría de los tratamientos de ficción sobre inteligencia artificial y robótica oscilan entre lo cautelar y lo distópico.
La Realidad de la AGI
Sin embargo, en el período posterior a la guerra, a medida que se desarrollaron computadoras electrónicas cada vez más poderosas y sofisticadas, el proyecto de simular la inteligencia humana se volvió una posibilidad práctica y exitosa. Un indicador del éxito de la IA es la creciente lista de tareas que una computadora puede realizar, que se pensaba que eran imposibles. También se observa que la barra para lo que se considera “inteligencia artificial genuina” está en constante aumento.
Si la utopía no está en las cartas, ¿por qué querríamos un mundo donde el trabajo y el esfuerzo humano sean subordinados o redundantes debido a la IA?
Problemas de Gobernanza y Desafíos de la IA
El desarrollo de la IA se ha vinculado a la necesidad de asegurar la seguridad nacional y la competencia comercial global. Muchos creen que, si no tenemos IA avanzada, perderemos en confrontaciones. La idea de que la IA puede hacer que el trabajo humano sea redundante se asocia con la visión de que, al entregar nuestras vidas a la IA, la necesidad de gobernanza desaparecerá.
Sin embargo, el desafío de la alineación se presenta. ¿Cómo podemos estar seguros de que la IA actúe en nuestro mejor interés? La larga historia de cuentos cautelares sugiere que nuestras creaciones pueden volverse en nuestra contra. La IA puede ser útil, pero también puede ser peligrosa si no se controla adecuadamente.
Conclusión: Reflexiones sobre el Futuro
Las esperanzas utópicas de un mundo sin escasez, trabajo o gobernanza, y la noción de que la política es solo una cuestión de encontrar soluciones, son ideales de larga data. Para contrarrestar este utopismo, necesitamos educar a las personas sobre la gobernanza republicana y lo que constituye una buena vida humana. Aunque este objetivo parece distante, se están sembrando semillas para una renovación.
En resumen, si la utopía no está en las cartas, debemos cuestionar por qué desear un mundo donde el esfuerzo humano sea subordinado o redundante. La confrontación con la realidad podría llevarnos a reflexionar sobre cómo la IA puede aumentar nuestras capacidades humanas en lugar de sustituirlas.