Regular o Innovar? Gobernar la IA en Medio de la Carrera por la Soberanía de la IA
La gobernanza global de la inteligencia artificial (IA) ha cambiado rápidamente de una supervisión colaborativa a un desarrollo competitivo. Vincular la IA con la soberanía nacional crea una fuerte resistencia a la regulación significativa, mientras que las brechas en la expertise técnica dejan a los responsables políticos incapaces de involucrarse de manera efectiva.
La influencia corporativa en los procesos de gobernanza amenaza con reemplazar la responsabilidad pública por la creación de normas privadas. Los beneficios de la IA siguen concentrándose en el norte global, mientras que las interrupciones afectan desproporcionadamente al sur, socavando los esfuerzos de gobernanza inclusiva.
El camino a seguir requiere equilibrar la innovación con la responsabilidad a través de coaliciones democráticas, incentivos de mercado, marcos basados en riesgos y solidaridad entre regiones.
El Nuevo Campo de Batalla por la Soberanía
En solo quince meses, desde noviembre de 2023 hasta febrero de 2025, el enfoque global hacia la gobernanza de la IA experimentó un cambio drástico. La Declaración de Bletchley, firmada por 28 naciones, advirtió sobre “daños graves, incluso catastróficos” de los sistemas de IA avanzados. Sin embargo, en la Cumbre de Acción sobre IA en París, el presidente francés Emmanuel Macron declaró: “Si regulamos antes de innovar, no tendremos ninguna innovación propia.”
Esta inversión refleja cómo la IA se ha entrelazado rápidamente con las percepciones de poder nacional. Los gobiernos ahora consideran las capacidades de IA como esenciales para el poder nacional, desestimando cada vez más las preocupaciones de seguridad como obstáculos a la competitividad tecnológica.
Desafío 1: La Tecnología como Identidad Nacional
El primer desafío de diseñar marcos de gobernanza es la equivalencia, a menudo implícita y cada vez más explícita, que los gobiernos establecen entre la soberanía y el avance tecnológico. Informes recientes vinculan directamente la IA con la soberanía nacional, argumentando que un retraso en IA socava la soberanía y crea una dependencia unidireccional con otros países.
Desafío 2: Asimetría de Conocimiento
El segundo desafío radica en que regular la IA requiere desmitificar los sistemas de IA. Los expertos no coinciden en cómo concebir los daños de la IA, lo que deja a los responsables políticos sin una guía clara sobre las salvaguardias adecuadas. La falta de comprensión técnica en los responsables políticos dificulta la regulación efectiva de estas tecnologías emergentes.
Desafío 3: Los Zorros Corporativos en el Gallinero Tecnológico
Las grandes empresas tecnológicas poseen recursos computacionales que superan a los disponibles para académicos y muchos gobiernos. Esta dinámica ha llevado a que las corporaciones dominen las discusiones de gobernanza, a menudo creando marcos de autorregulación que no son suficientes para proteger al público.
El Camino Difícil hacia Reglas Globales
Las organizaciones internacionales han abordado la gobernanza de la IA desde 2019, cuando la OCDE lanzó sus principios de IA que fueron respaldados por 47 países. Sin embargo, los principios enfrentan obstáculos prácticos, siendo el principal el conflicto de intereses nacionales. La competencia económica crea resistencia a la cooperación global vinculante.
La Nueva Brecha Digital
Los beneficios de la IA y la capacidad de gobernanza se distribuyen de manera desigual. El norte global, incluyendo Estados Unidos, China y la UE, controla los recursos para dar forma al desarrollo de la IA y cosechar sus recompensas. En contraste, el sur global enfrenta desventajas compuestas, como la falta de acceso a recursos computacionales y la escasez de infraestructura de datos.
Encontrando un Camino a Seguir
Los desafíos de gobernanza demandan respuestas pragmáticas que reconozcan las realidades tecnológicas mientras preservan la supervisión democrática. Cuatro vías prometedoras emergen:
Contrapesos Democráticos
Una gobernanza efectiva requiere contrarrestar la influencia corporativa a través de coaliciones amplias que incluyan universidades y organizaciones de la sociedad civil.
Incentivos de Mercado para una IA Responsable
Sistemas de IA de interés público pueden generar presión de mercado para estándares más altos. La competencia puede impulsar a las empresas a mejorar sus prácticas.
Marcos Multilaterales Basados en Riesgos
Las naciones pueden cooperar a pesar de los intereses en competencia cuando los riesgos de no cooperación son suficientemente severos, como se ha demostrado en el régimen de no proliferación nuclear.
Solidaridad Digital entre Regiones
Una visión de solidaridad digital puede facilitar la cooperación regional y un desarrollo más equitativo de la IA. Las naciones deben aprovechar las cadenas de suministro globales de IA estratégicamente.
Más Allá de la Falsa Elección
La elección artificial entre innovación y regulación amenaza ambos aspectos. Las tres centrales desafíos—las reivindicaciones de soberanía, las brechas de expertise y el co-regulación corporativa—demandan respuestas sofisticadas. Sin acción, corremos el riesgo de afianzar un mundo donde unas pocas empresas y países monopolizan los beneficios de la IA mientras distribuyen sus riesgos a nivel global.
La tarea no es elegir entre el avance tecnológico y la protección pública, sino elaborar una gobernanza que permita un progreso responsable.