Copyright y la Inteligencia Artificial Generativa
El marco legal que rige el copyright enfrenta una prueba fundamental debido al auge de la inteligencia artificial generativa (IA) capaz de componer música, escribir novelas y crear arte visual. A medida que el contenido generado por IA se propaga, policymakers, tribunales e industrias deben lidiar con la cuestión de quién, si es que alguien, posee la producción de la inteligencia artificial.
La ley de copyright fue históricamente diseñada para fomentar la ingeniosidad humana al otorgar derechos exclusivos a los creadores. Al proteger el trabajo creativo de un individuo, el copyright debería fomentar la producción artística y literaria.
Modelos Modernos de IA
Modelos modernos de IA, como el GPT de OpenAI y el software de generación de imágenes de Midjourney, operan entrenándose en vastos conjuntos de datos, absorbiendo patrones y generando nuevas composiciones basadas en las indicaciones del usuario. Es crucial destacar que lo hacen sin pensamiento o conciencia independiente. Sus salidas son algorítmicas y no «originales».
La ley de copyright, tal como se ha desarrollado en los Estados Unidos y muchas otras jurisdicciones, se basa tradicionalmente en la idea de la autoría humana. La ley de copyright de EE. UU., según lo descrito en el Título 17 del U.S.C., extiende las protecciones a «obras originales de autoría fijadas en cualquier medio tangible de expresión». Los tribunales han interpretado consistentemente esta frase para significar que la ley de copyright requiere un creador humano.
Desafíos Legales Recientes
En 2023, el Tribunal de Distrito de EE. UU. para el Distrito de Columbia reafirmó este principio al negar el registro de copyright para una imagen generada completamente por IA. El tribunal sostuvo, en efecto, que no había propietario de la imagen generada por IA, ya que no fue producida a través de la ingeniosidad humana, y por lo tanto asignó la imagen al dominio público. Sin un reconocimiento legal claro, sin embargo, las obras generadas por IA pueden ser copiadas y utilizadas libremente sin atribución, lo que puede socavar los incentivos económicos para los «creadores».
Postura de la Oficina de Copyright de EE. UU.
La Oficina de Copyright de EE. UU. ha adoptado una postura cautelosa, negándose a otorgar plena protección de copyright a las obras generadas por IA, mientras deja espacio para el reconocimiento de colaboraciones humano-IA, siempre que el material generado por IA haya sido curado o arreglado a un grado creativo suficiente.
Respuestas Legales Globales
A nivel global, las respuestas legales al contenido generado por IA varían. Estados Unidos no permite la protección de copyright para contenido hecho enteramente por IA, mientras que jurisdicciones como China, Francia y el Reino Unido sí lo hacen, siempre que se pueda demostrar un grado suficiente de «logro intelectual», «esfuerzo intelectual» o «toque personal». La Ley de IA de la Unión Europea tiene como objetivo regular la transparencia y la responsabilidad de los sistemas de IA exigiendo la divulgación de sistemas de IA generativa.
A medida que la IA continúa evolucionando, los policymakers deben encontrar un equilibrio entre la innovación artística y tecnológica, la libertad de expresión, la competencia global y la protección de los posibles titulares de derechos.
Discusión de Soluciones Legales
En el seminario del sábado de esta semana, los académicos discuten posibles soluciones legales a los desafíos que la IA generativa plantea al copyright. Se argumenta que la interpretación actual de la ley podría estar estancando la innovación al negarse a proteger las obras generadas por IA.
Por ejemplo, se sugiere que la acción de promocionar un sistema de IA es un acto creativo similar a presionar el obturador de una cámara. Se propone enmendar la Ley de Copyright para tratar las obras generadas por IA como «obras hechas por encargo», otorgando derechos legales a los usuarios humanos.
En resumen, la intersección entre el copyright y la inteligencia artificial generativa plantea preguntas complejas que requieren atención y acción urgente para asegurar que la ley pueda adaptarse a las rápidas innovaciones tecnológicas.