Neurotecnologías bajo la Ley de IA de la UE: Donde la ley se encuentra con la ciencia
La Ley de Inteligencia Artificial (IA) de la Unión Europea introduce un nuevo enfoque regulatorio para las neurotecnologías en la región, justo cuando el debate sobre los neur derechos gana impulso a nivel mundial. Esta legislación se aplica cuando un sistema de IA, ya sea de forma independiente o como parte de un producto, se coloca en el mercado europeo, sin importar dónde se encuentre el proveedor.
Las obligaciones establecidas por la Ley de IA se suman a la legislación existente a la que los operadores pueden estar sujetos, como la Reglamento de Dispositivos Médicos de la UE y el Reglamento General de Protección de Datos. Sin embargo, existen excepciones, como cuando un sistema de IA se desarrolla y utiliza exclusivamente para fines de investigación científica.
¿Qué es un sistema de IA?
Según la Ley, un sistema de IA se define como «un sistema basado en máquinas diseñado para operar con diferentes niveles de autonomía y que puede exhibir adaptabilidad tras su implementación». Esta definición incluye algoritmos de aprendizaje automático cada vez más utilizados en el campo de la neurociencia.
Por ejemplo, las redes neuronales convolucionales pueden utilizarse para decodificar intenciones de actividad motora a partir de datos de electroencefalografía, traduciendo las señales cerebrales en movimientos de un brazo robótico.
Interfaces cerebro-computadora como herramientas para técnicas subliminales
La Ley de IA prohíbe los sistemas de IA que utilizan técnicas subliminales que distorsionan materialmente el comportamiento humano. En el contexto de las neurotecnologías, se sugiere que estas técnicas podrían ser facilitadas por interfaces máquina-cerebro o realidad virtual, incluyendo prácticas como el hackeo de sueños y el espionaje cerebral.
En cuanto al hackeo de sueños, hay estudios que indican que es posible inducir sueños lúcidos a través de tecnologías como máscaras de sueño conectadas a smartphones. Sin embargo, la investigación aún se encuentra en fases tempranas y presenta desafíos en su implementación fuera del laboratorio.
Sistemas de reconocimiento de emociones utilizando neurotecnologías
La Ley prohíbe el uso de sistemas de reconocimiento de emociones en el lugar de trabajo o instituciones educativas, salvo por razones médicas o de seguridad. Estos sistemas pueden inferir emociones como la felicidad, tristeza, ira y ansiedad, lo que plantea desafíos éticos y de privacidad.
Categorización biométrica
Asimismo, la Ley de IA prohíbe los sistemas de categorización biométrica que deducen o inferen información sensible de un individuo. Esto es especialmente relevante en el contexto de las neurotecnologías, donde la combinación de diferentes modalidades puede permitir inferencias sobre información íntima.
Por ejemplo, el uso de tecnologías de neurociencia en combinación con datos biométricos podría utilizarse para inferir la salud mental de una persona, lo que podría clasificar a los individuos en grupos con base en su estado de salud.
En conclusión, la Ley de IA de la UE establece un marco regulatorio integral para las neurotecnologías, destacando la necesidad de un enfoque ético y responsable en su desarrollo y uso. A medida que las capacidades de la IA continúan avanzando, el desafío será equilibrar la innovación con la protección de los derechos individuales.