De Arado a Indicación: Lo que la Revolución Agrícola Puede Enseñar a las Juntas sobre la Era de la IA
Las noticias son implacables: despidos masivos, congelaciones de contratación y una creciente ansiedad ante la inteligencia artificial (IA). Aunque el miedo es real, la historia ofrece una verdad tranquilizadora: hemos navegado por transformaciones de este tipo antes. Consideremos la Revolución Agrícola, un cambio sísmico que alteró el trabajo humano, la productividad y la gobernanza. Hoy, mientras la IA generativa transforma el trabajo del conocimiento, las lecciones de nuestra primera gran disrupción ofrecen una hoja de ruta de gobernanza para las juntas corporativas que navegan por esta nueva frontera.
El Manual de la Historia
Aproximadamente hace 12,000 años, en lo que ahora es el Creciente Fértil, los primeros humanos pasaron de ser cazadores-recolectores nómadas a agricultores sedentarios. Lejos de ser un salto de la noche a la mañana, esta transición fue incremental y desigual. Excavaciones arqueológicas en Abu Hureyra (en la actual Siria) revelan que las sociedades superpusieron nuevas prácticas sobre las antiguas, combinando la recolección tradicional con las primeras técnicas de siembra. ¿Por qué importa esto ahora? Porque la adaptación exitosa requirió tres pilares: estrategia, política e infraestructura programática; los mismos pilares que las juntas deben reforzar para gobernar a través de la disrupción de la IA.
Gobernar o Caer
La IA generativa no es una herramienta. Es un cambio de plataforma, como se destaca en estudios recientes. Al igual que la agricultura, la electricidad o Internet, cambia el contrato fundamental entre el trabajo, la creación de valor y el crecimiento. Las juntas que delegan la gobernanza de la IA al departamento de TI o la tratan como una medida de ahorro de costos repiten los errores de los negadores de disrupciones pasadas.
Los riesgos son mayores que los retornos trimestrales. Un estudio de PwC de 2024 encontró que el 34% de los CEO esperan litigios debido a sesgo o mal uso de la IA en los próximos tres años.
Estrategia Reimaginada
La transición de la caza a la agricultura requirió nuevas suposiciones estratégicas: rendimientos predecibles, uso de la tierra y superávit alimentario. De manera similar, la IA exige repensar lo que significa la creación de valor. Según McKinsey, la IA generativa podría añadir entre 2.6 y 4.4 billones de dólares en valor económico anual, pero solo si las empresas reconfiguran sus flujos de trabajo y capacitan adecuadamente a la fuerza laboral.
Las juntas deben exigir que la estrategia de IA esté alineada con los impulsores de valor centrales. ¿Se están realizando inversiones en I+D, gobernanza de IA y análisis de capital humano, o se enmarca la IA simplemente como una herramienta de reducción de personal? Las empresas que vinculan la IA a la innovación del modelo de negocio, no solo a la automatización, son las que multiplicarán sus retornos.
Infraestructura de Políticas
El Código de Hammurabi, redactado alrededor del 1750 a.C., introdujo leyes para gestionar la complejidad de la sociedad agraria: contratos, términos laborales, reglas de propiedad. Hoy, las juntas deben hacer lo mismo para la IA.
Las políticas clave requieren supervisión inmediata:
- Derechos de Datos: ¿Quién posee el contenido generado por IA?
- Atribución: ¿Cómo asignamos crédito en salidas híbridas humano-IA?
- Privacidad: ¿Se protegen los datos de clientes y empleados?
- Mitigación de Sesgos: ¿Qué sistemas de auditoría están en su lugar?
Estos no son detalles operacionales; son imperativos en la sala de juntas. Las juntas deben asegurarse de que estas políticas estén codificadas, alineadas con la tolerancia al riesgo y monitoreadas a través de canales de informes robustos.
Programas para Personas + IA
Así como las sociedades antiguas crearon aprendizajes, calendarios estacionales y métodos de transferencia de conocimientos para la agricultura, las organizaciones de hoy deben desarrollar programas de alfabetización en IA que protejan y extiendan la capacidad humana.
Comience con la arquitectura laboral. Los roles deben evolucionar para incluir ingeniería de indicaciones, evaluación de modelos y supervisión ética. Luego, construya programas escalables para:
- Recualificación: Se estima que el 40% de los trabajadores requerirán recualificación en seis meses.
- Fluidez interfuncional: Recursos Humanos, finanzas, legal y operaciones necesitan un vocabulario compartido de IA.
- Planificación de escenarios: Simulacros de qué pasaría si falla la IA, sesgo o riesgo legal.
Divulgación como Gobernanza
Las juntas ya no pueden depender de indicadores rezagados. Inversores, reguladores y empleados quieren métricas prospectivas que vinculen la integración de IA con la estrategia y el desempeño del capital humano.
Utilice métricas de capital humano de ISO 30414 junto con los estándares ESRS S1 y S2 para crear divulgaciones transparentes y listas para auditoría. Realice un seguimiento de las tasas de adaptación de la fuerza laboral, no solo de las tasas de adopción de IA. Si está reduciendo talento más rápido de lo que lo capacita, espere preguntas de gobernanza en su próxima reunión anual.
El Constante Humano
Las revoluciones tecnológicas no eliminan la necesidad de juicio humano. En la antigua Mesopotamia, el riego requería ingenieros, no solo agua. Hoy, la IA requiere administradores éticos, no solo algoritmos.
Las juntas que lideren esta transición con previsión estratégica, rigor en políticas e inversión en talento no solo mitigarán riesgos, sino que acelerarán la ventaja competitiva. Porque no son los más fuertes los que sobreviven a las disrupciones, sino aquellos que mejor gobiernan el cambio.