Regulación de la IA: Más un Acelerador de Adopción que un Freno
La emergencia y creciente adopción de la IA generativa y el acuerdo sobre la implementación de la Ley de IA de la UE han coincidido de manera sorprendente. Estos dos factores han catalizado un renacimiento de la IA dentro de muchas empresas. Aunque las compañías ya estaban aplicando IA en algunas áreas, la respuesta a estos dos factores externos ha requerido una nueva forma de pensar y actuar.
De repente, todas las miradas estaban puestas en la IA. Una oleada de demanda de nuevas herramientas de IA surgió de todas las partes de la organización: los desarrolladores usaron co-pilotos para construir y anotar código, los equipos de ventas utilizaron IA para redactar correos de contacto con clientes, y los equipos de marketing crearon campañas localizadas y tradujeron mensajes utilizando nuevas herramientas de IA generativa.
Al mismo tiempo, los ejecutivos y juntas directivas querían “hacer algo” para capturar las posibles ventajas competitivas. Según un estudio reciente de NTT, el 89% de los CEO globales consideran que la tecnología de IA es central para mantener la rentabilidad; el 77% planea aumentar los presupuestos de IA en 2025. Por otro lado, el 87% identifica una necesidad urgente de marcos de gobernanza de IA, con preocupaciones sobre la privacidad de datos y la ciberseguridad. Además, muchos se preocupan por los riesgos para los ingresos y la reputación. Las preocupaciones sobre cuánto costará la IA también atormentaron a muchos CFOs.
Dentro de las empresas, estas fuerzas—interés y adopción, presiones competitivas y preocupaciones de costos—crearon la tormenta perfecta. Para muchas, la tormenta culminó en una nueva estrategia de IA y desencadenó una ola de cambio organizacional y cultural. Implementar IA a gran escala requería mayor eficiencia y coordinación, pero el cambio es difícil.
El Catalizador del Cambio: La Ley de IA de la UE
El verdadero catalizador de este cambio fue la Ley de IA de la UE, que entró en vigor en agosto de 2024, con requisitos que se aplicarían con el tiempo. En una reciente discusión, el director de datos de una empresa farmacéutica global describió la dinámica. Como organización tradicionalmente distribuida, cada unidad de negocio impulsaba sus propias iniciativas de datos y IA. Sabían lo que era mejor para sus negocios, ideando iniciativas que abordaban sus desafíos y gestionando sus propios proyectos de datos e IA.
Históricamente, los esfuerzos por centralizar las iniciativas de datos e IA habían encontrado resistencia. Pero entonces llegó la Ley de IA de la UE, que exigía transparencia en el uso de la IA y responsabilidad por los resultados entregados. De repente, los tiempos estaban cambiando. Para este CDO, “la Ley de IA de la UE será el motor de una visión completa de la IA en toda la empresa.” Todos los modelos de IA que se pusieran en producción para la toma de decisiones serían ahora catalogados a nivel empresarial, impulsando más visibilidad a través de la organización.
La regulación se ha convertido en una herramienta efectiva para que los equipos de datos e IT federen las actividades de datos distribuidos. En la empresa farmacéutica, el equipo de datos central pudo imponer requisitos de gobernanza de IA para mitigar el riesgo de no cumplimiento y ofrecer una “póliza de seguro” para mantener a las unidades de negocio fuera de problemas. Además, con la necesidad de catalogar y evaluar el riesgo de IA, surgió una visibilidad que ahora impulsa más colaboración, llevando a un pensamiento como «Oye, tienen una herramienta genial. ¿Qué tal si la aplico a mis datos?» o «¿Qué pasaría si agrupamos nuestros datos para mejorar la precisión?» En manufactura, por ejemplo, un modelo de predicción de defectos podría beneficiarse de datos de diferentes equipos de productos.
La Regulación como Acelerador de IA
El equipo de datos puede ayudar a establecer tales conexiones a través de una organización para acelerar proyectos y encontrar sinergias y eficiencias. Desde lo que podemos observar, lejos de sofocar la IA, la regulación será un catalizador para la colaboración y un factor que fuerza la reducción de ineficiencias. Sí, hay un requisito de cumplimiento que añade pasos adicionales, pero el beneficio colateral de la colaboración ayuda a los equipos de negocio a moverse más rápido—y con menos riesgo. Irónicamente, la regulación de IA es más un acelerador de IA que un freno para la adopción.
Otros también comparten ese sentimiento. Según otro líder de datos en un gran fabricante europeo de equipos médicos, “la Ley de IA de la UE ha sido el mejor aliado para los equipos de datos. Sin ella, tendríamos más dificultades para poner los temas sobre la mesa.” Tomemos la alfabetización en datos como ejemplo. La Ley de IA de la UE establece que todos en una organización necesitan formación. Aunque muchos líderes de datos se han sentido como Sísifo al implementar programas de alfabetización de datos, ahora—desde el 2 de febrero de 2025, cuando entró en vigor el requisito de alfabetización en IA—la Ley de IA de la UE lo exige:
Los proveedores y desplegadores de sistemas de IA deberán tomar medidas para garantizar, en la medida de sus posibilidades, un nivel suficiente de alfabetización en IA de su personal y otras personas que operen y utilicen los sistemas de IA en su nombre, teniendo en cuenta su conocimiento técnico, experiencia, educación y formación y el contexto en que se utilizarán los sistemas de IA, considerando las personas o grupos de personas sobre los que se utilizarán los sistemas de IA.
Reflexiones Finales
La conclusión es que “la Ley de IA de la UE nos hará reflexionar más sobre cómo utilizamos las nuevas herramientas.” La reflexión es algo positivo.