La lucha por la regulación de la inteligencia artificial
La batalla sobre quién debe regular la inteligencia artificial (IA) está lejos de terminar. Recientemente, el Senado aprobó el proyecto de ley titulado One Big Beautiful Bill Act, que se encuentra en camino hacia una votación final en la Cámara de Representantes antes de ser enviado al presidente. Sin embargo, se eliminó una enmienda controvertida que hubiera impuesto un congelamiento de cinco años en la regulación estatal de modelos y aplicaciones de IA.
Esta enmienda, de haber sido aprobada, podría haber tenido consecuencias desastrosas para los estados. Según expertos, la forma en que se legisla actualmente en torno a la IA es caótica y apresurada, lo que dificulta la creación de leyes efectivas. La legislación, que supera las 900 páginas, fue revisada en solo 72 horas antes del debate y la votación.
Impacto de la enmienda
La propuesta original del proyecto de ley sugería un congelamiento de diez años, pero se redujo a cinco, con excepciones para leyes estatales que protegen a los niños y derechos de autor. A pesar de esto, se introdujo un lenguaje ambiguo que prohíbe cualquier ley estatal que imponga una carga “indebida o desproporcionada” a las empresas de IA. Esto brinda a los abogados de las empresas de IA la oportunidad de argumentar que cualquier regulación es demasiado onerosa.
Actualmente, los estados están avanzando en la regulación del desarrollo y uso de la IA. Estados como California, Colorado, Illinois, New York y Utah están a la vanguardia, pero todos los estados han introducido nuevas legislaciones relacionadas con la IA durante la sesión de 2025, con 28 estados adoptando leyes sobre la IA.
La opinión pública sobre la regulación de la IA
La regulación de la IA es popular entre los votantes. Los defensores argumentan que puede mitigar riesgos mientras se permite el progreso tecnológico. Sin embargo, la enmienda de congelamiento penalizaría a los estados financiera y administrativamente por intentar proteger al público.
Expertos como Michael Kleinman sostienen que no es necesario un compromiso entre innovación y regulación. Afirman que es posible tener ambos: innovación y regulaciones que protejan a la sociedad. Actualmente, las empresas de IA enfrentan menos regulaciones que muchas industrias tradicionales.
Un nuevo precedente en el uso de datos de entrenamiento con derechos de autor
El 23 de junio, el juez William Alsup dictó en el caso Bartz v. Anthropic que el entrenamiento del modelo Claude por parte de Anthropic en libros comprados legalmente se considera uso justo bajo la ley de derechos de autor de EE. UU. Sin embargo, el tribunal también indicó que Anthropic probablemente violó los derechos de autor al incluir en su biblioteca de datos de entrenamiento 7 millones de libros digitales pirateados.
Dos días después, en el caso Kadrey v. Meta Platforms, el juez Vince Chhabria desestimó una demanda presentada por 13 autores que alegaban que Meta había entrenado sus modelos Llama con sus libros sin permiso. En su decisión, Chhabria señaló que los autores no lograron demostrar que el uso de sus obras perjudicó el mercado.
Este contexto legal podría ofrecer a los titulares de derechos de autor una receta para futuras victorias contra las empresas de IA, ya que el uso de obras protegidas por derechos de autor para desarrollar herramientas comerciales plantea serias preguntas sobre el impacto en el mercado.
Movimientos de Apple en el ámbito de la IA
Apple ha decidido reestructurar el desarrollo de Siri, buscando revitalizar su asistente personal apoyándose en un nuevo grupo dirigido por Mike Rockwell. Este cambio responde a la pérdida de confianza del CEO Tim Cook en el grupo original de IA de Apple para cumplir con las expectativas de desarrollo de un asistente más inteligente. Rockwell, reconocido por sus logros en realidad aumentada, tiene la tarea de integrar esfuerzos de hardware y software para lanzar un nuevo Siri en 2026.
Recientes informes sugieren que el equipo de Rockwell está tomando decisiones rápidas sobre si Siri debería utilizar modelos de IA propios de Apple o adoptar tecnologías más maduras de empresas como OpenAI o Anthropic.
Independientemente de la dirección que tome Apple, está claro que la empresa está preparada para realizar movimientos significativos en el campo de la inteligencia artificial.