Menos regulación, más innovación en la gobernanza de la IA en Japón
La estrategia de gobernanza de la inteligencia artificial (IA) de Japón para 2025 marca un cambio respecto a los llamados iniciales a reglas más estrictas. En lugar de un marco regulatorio destinado a controlar plataformas tecnológicas y transferencias de tecnología avanzada, se ha trasladado a un enfoque más pragmático y relativamente liviano, conocido como ‘light touch’. Este enfoque refleja las actitudes globales y nacionales en evolución hacia la regulación de la IA y la coordinación de políticas.
Contexto y cambios en la regulación
En enero de 2024, el equipo de proyecto dedicado a la evolución e implementación de la IA del Partido Liberal Democrático propuso siete directrices regulatorias para la promoción responsable de la IA. Sin embargo, en medio de una reconsideración global de la regulación pesada de la IA a finales de 2024, el Grupo de Estudio de Políticas de IA de Japón anunció un informe provisional el 4 de febrero de 2025, esbozando una visión regulatoria significativamente más suave. El gobierno tiene como objetivo explícito hacer de Japón ‘el país más amigable con la IA del mundo’, favoreciendo un marco más ligero que el de la Unión Europea.
Este marco se basa en leyes existentes específicas por sectores y en la mitigación voluntaria de riesgos por parte de las empresas, en lugar de regulaciones específicas de IA. El 28 de febrero de 2025, el gobierno presentó un proyecto de ley de IA destinado a promover la investigación, el desarrollo y la utilización de la IA. La ley impone solo una obligación simple, sin sanciones explícitas, a la sector privado para cooperar con las iniciativas de IA lideradas por el gobierno. Si se promulga, se convertiría en la primera legislación integral de IA de Japón.
Motivaciones detrás de la estrategia de ‘light touch’
Una de las motivaciones detrás de la estrategia de ‘light touch’ de Japón radica en la intensa competencia global en IA. Los intentos iniciales de regulación de Japón señalaron su alineación con los Estados Unidos en la geopolítica tecnológica. En 2023, el entonces presidente de EE. UU., Joe Biden, anunció una orden ejecutiva integral para el desarrollo responsable de la IA, seguido de más de 120 proyectos de ley sobre IA en consideración por el Congreso.
Un punto de inflexión ocurrió en enero de 2025, cuando la startup china DeepSeek presentó un modelo de IA de alto rendimiento, a pequeña escala y bajo costo. En respuesta, las principales economías comenzaron a reevaluar sus suposiciones regulatorias sobre el desarrollo de la IA. El presidente reelecto de EE. UU., Donald Trump, rápidamente derogó la orden ejecutiva de su predecesor, citando la necesidad de ‘eliminar barreras a la liderazgo estadounidense’. En Europa, el Informe Draghi cuestionó si el marco regulatorio de la IA de la UE, incluido el Acta de IA de 2024, podría haber restringido la innovación.
Desarrollo de un ecosistema de IA innovador
Las iniciativas para cultivar un ecosistema de IA innovador y estimular el crecimiento económico están arraigadas en preocupaciones internas, particularmente el ‘acantilado digital de 2025’. Este escenario proyecta pérdidas económicas de hasta 12 billones de yenes (77.6 mil millones de dólares) después de 2025 si la sociedad no adopta sistemas digitales. El Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI) ha promovido la transformación digital mediante herramientas de política como el Código de Gobernanza Digital y subvenciones dirigidas para ayudar a las pequeñas y medianas empresas a implementar mejoras digitales.
Estos esfuerzos se alinean con la visión estratégica más amplia de Japón de ‘Sociedad 5.0’, que envisiona el uso de la innovación digital para abordar desafíos sociales complejos, desde el envejecimiento demográfico hasta la degradación ambiental. El Desafío de Acelerador de IA Generativa (GENIAC) del METI refleja esta ambición. Según el Director General de la Oficina de Política de Comercio e Información del METI, GENIAC tiene como objetivo aprovechar la IA para la ‘crecimiento económico y transformación social’.
Colaboraciones en el sector privado y desafíos persistentes
El respaldo del gobierno también ha catalizado colaboraciones a gran escala en el sector privado. El METI ha apoyado la infraestructura de computación de IA liderada por Nvidia, trabajando con líderes en la nube nacionales, incluyendo a SoftBank y el Grupo de Internet GMO, en las industrias de robótica, automotriz, salud y telecomunicaciones. El sector privado está respondiendo con planes de inversión masivos. En febrero de 2025, el CEO de SoftBank, Masayoshi Son, y el CEO de OpenAI, Sam Altman, anunciaron una empresa conjunta para lanzar servicios de IA en Japón, respaldada por un acuerdo de licencia anual de 3 mil millones de dólares para la tecnología de OpenAI.
Aun así, permanecen desafíos significativos. A pesar de su compromiso de alto nivel con el liderazgo global en sostenibilidad impulsada por la digitalización, Japón enfrenta obstáculos internos que podrían obstaculizar sus ambiciones digitales. El informe de 2024 del METI identificó varias brechas, como el bajo compromiso ejecutivo en la estrategia de IA, la insuficiencia de talento digital y relacionado con la IA, y una cultura corporativa reacia al riesgo que frena la innovación. La adopción de la IA en sectores clave como la manufactura y el comercio minorista sigue siendo desigual, y muchas empresas aún no han escalado de proyectos piloto a una transformación integral.
Conclusión
En vista de estos obstáculos, el movimiento de Japón hacia una regulación de IA de ‘light touch’ y una coordinación política coherente parece ser una respuesta tanto oportuna como estratégica a las imperativas nacionales y a las tendencias globales. Al igual que muchas otras economías, Japón ve cada vez más la transformación digital como un motor clave del crecimiento económico. Sus intentos de asumir un papel de liderazgo en el dominio global de la IA deben entenderse dentro de este marco estratégico más amplio. Si tiene éxito, la experiencia de Japón podría ofrecer un modelo para navegar por el complejo terreno de la IA y la disrupción digital.