Gobernanza en la Nube en la Era de la IA
En la actualidad, todos están enfocados en las últimas innovaciones de IA, desde los avances en GenAI multimodal hasta aplicaciones especializadas y IA agente. Sin embargo, pocos prestan atención a una brecha crítica que pone en riesgo toda esta innovación y su potencial: los modelos de gobernanza en la nube obsoletos.
Estos modelos no fueron diseñados para el ritmo al que nos movemos hoy. La mayoría de las organizaciones todavía intentan gobernar la infraestructura de IA con políticas estáticas, reglas de etiquetado y alertas de presupuesto post-mortem. Esto es como intentar controlar un coche de Fórmula 1 con un manual de bicicleta; simplemente no es adecuado para la velocidad o complejidad actuales.
Por qué la Gobernanza Tradicional No Puede Mantenerse al Día
Los modelos de gobernanza heredados fueron creados para entornos más predecibles, donde la infraestructura se provisionaba manualmente por equipos centralizados, con tiempo para revisar y reaccionar. Esa realidad ha quedado atrás.
Las cargas de trabajo de IA son:
- Dinámicas: La infraestructura se provisiona automáticamente y se escala en tiempo real.
- Descentralizadas: Las cargas de trabajo son lanzadas por equipos que operan fuera de los canales de TI tradicionales.
- Costas elevadas: Los trabajos de computación de alta potencia acumulan costos rápidamente, a menudo de $10 a $100 millones por modelo, sin una supervisión clara.
En entornos como este, la gobernanza reactiva no solo ralentiza las cosas, sino que también falla. Según las investigaciones, solo el 48% de los proyectos de IA llegan a producción, y el tiempo promedio para hacerlo es de ocho meses, con retrasos a menudo arraigados en flujos de trabajo fracturados, propiedad poco clara o cuellos de botella en las políticas.
Cuando la Gobernanza Se Rompe, la Cultura Se Ve Afectada
El riesgo más profundo no es solo operativo; es cultural. Cuando la gobernanza se basa en retrasos, control de acceso o controles reactivos, envía un mensaje claro: la cumplimiento y la velocidad no pueden coexistir. Y cuando los equipos se ven obligados a elegir, elegirán la velocidad cada vez.
Esto puede llevar a:
- Expansión de la nube: Los equipos establecen infraestructura donde y como quieren, sin supervisión unificada.
- Gastos impredecibles: Las cargas de trabajo de IA escalan inesperadamente, y los equipos de finanzas reaccionan ante las facturas en lugar de gestionar el impacto.
- Brechas de cumplimiento: Los datos sensibles se procesan sin controles apropiados, exponiendo a la organización a riesgos evitables.
Lo Que Demandas la Gobernanza en la Era de la IA
Para apoyar a la IA y preparar las operaciones para el futuro, la gobernanza debe pasar de ser un proceso reactivo a una capacidad preventiva. Debe estar integrada en la infraestructura, no agregada después del hecho.
Esto comienza con cuatro principios fundamentales:
- Políticas integradas en la plataforma: La lógica de gobernanza debe residir donde se crea la infraestructura. Los controles automatizados sobre el aprovisionamiento, acceso y tipos de recursos previenen problemas antes de que comiencen.
- Caminos pavimentados, no desvíos: El camino más fácil hacia adelante debe ser también el más conforme. Cuando las herramientas de autoservicio y plantillas incluyen salvaguardias integradas, los equipos se mantienen alineados sin ralentizarse.
- Visibilidad en tiempo real con contexto empresarial: Los datos de gasto y uso necesitan ser transparentes y visibles a medida que ocurren, vinculados a cargas de trabajo reales, equipos y objetivos empresariales.
- FinOps orientado a la izquierda: La responsabilidad de costos no puede ser una tarea de fin de mes. Cuando finanzas e ingeniería se alinean durante la planificación y desarrollo, la gobernanza se convierte en parte de la entrega, no en algo que se añade después del lanzamiento.
La Gobernanza Como Ventaja Estratégica
Si se hace correctamente, la gobernanza acelera la innovación. Proporciona a los equipos la confianza para moverse rápidamente, escalando dentro de un marco que protege el negocio. Conecta decisiones técnicas a resultados empresariales y ROI.
El modelo antiguo —aprobaciones manuales, supervisión aislada, documentos de política estática— no fue diseñado para esta era de innovación. Creó puntos ciegos, y la rápida aceleración de la IA solo los magnifica.
Es imperativo integrar la gobernanza de IA en los sistemas, flujos de trabajo e infraestructura que ya utilizan los equipos. Hágalo automático. Hágalo contextual. Hágalo nativo a cómo las personas construyen.
Porque cuando la gobernanza funciona de esa manera —cuando lo correcto también es lo más fácil, lo natural— los equipos no la resisten. Dependiendo de ella, es cuando la gobernanza se convierte en estratégica.