Por qué la infraestructura de IA y la gobernanza deben evolucionar juntas
La infraestructura de inteligencia artificial (IA) está evolucionando más rápido que la regulación necesaria para gobernarla. Esto plantea un desafío significativo en la forma en que interactuamos con esta tecnología emergente.
El impacto del crecimiento de la IA
Los modelos de IA están aumentando su huella física, desde el poder computacional hasta la gestión térmica. Este crecimiento no solo mejora la eficiencia, sino que también plantea preocupaciones sobre el consumo de energía, el agua y los residuos electrónicos, como baterías y servidores usados.
A pesar de los avances tecnológicos que buscan reducir el uso de recursos, el Paradoja de Jevons sugiere que los incrementos en la eficiencia pueden, irónicamente, aumentar el consumo global de recursos a medida que crece el uso de IA.
Desafíos en la gobernanza
Los marcos de gobernanza, desde la legislación ambiental hasta la regulación digital, luchan por mantenerse al día. Esta dinámica genera una nueva tensión: la infraestructura de IA avanza más rápido que la regulación y la gobernanza necesarias para asegurar que sirva a los intereses públicos y planetarios.
Desajustes críticos
A pesar de su aparente separación, los dominios de infraestructura y gobernanza digital están convergiendo. Este fenómeno revela tres desajustes críticos:
- Desajustes funcionales: Silos entre la infraestructura de IA, la sostenibilidad ambiental y otros sectores como el financiero.
- Desajustes espaciales: Coordinación insuficiente entre los niveles de gobernanza local, nacional e internacional.
- Desajustes temporales: Choque entre los ciclos de despliegue rápido de sistemas de IA y las necesidades a largo plazo de la resiliencia ambiental y social.
Abordar estos desajustes requiere una visión holística, donde el desarrollo de infraestructura y la gobernanza evolucionen en tandem.
El cambio en la infraestructura
El desarrollo de IA aumenta la demanda de infraestructura digital avanzada, especialmente centros de datos. Este ecosistema enfrenta estrés en múltiples dimensiones, desde las redes eléctricas hasta la gestión de residuos electrónicos.
La refrigeración por aire está alcanzando sus límites termodinámicos. Con densidades de rack proyectadas de hasta 600 kilovatios, los sistemas de refrigeración tradicionales no pueden manejar las cargas térmicas intensas generadas por el hardware de IA de próxima generación.
La transición hacia tecnologías de refrigeración líquida y híbrida es esencial y tiene profundas implicaciones para el diseño de infraestructura, la financiación, la seguridad y los estándares internacionales.
La laguna regulatoria
Los marcos regulatorios no logran seguir el ritmo del desarrollo rápido de la infraestructura y los sistemas de IA. Sin una gestión proactiva, existe un creciente riesgo de:
- Régimen de cumplimiento regulatorio fragmentado entre jurisdicciones.
- Arbitraje regulatorio que favorece entornos de bajo estándar.
- Informes de sostenibilidad inconsistentes o incompletos.
Para gestionar esto de manera efectiva, se requieren estándares de sostenibilidad claros e interoperables para la infraestructura de IA.
Un proceso cooperativo
Lograr una IA sostenible exige una acción integrada por parte de gobiernos, actores industriales, instituciones académicas y la comunidad en general. A nivel mundial, están surgiendo marcos cooperativos que buscan incorporar la sostenibilidad en el corazón del desarrollo de IA.
Asia tiene una oportunidad vital para liderar este cambio, no solo adoptando mejores prácticas, sino también moldeando futuros estándares y modelos de gobernanza. La sostenibilidad debe estar integrada en cada fase del ciclo de vida de la IA, desde el diseño de modelos e infraestructura hasta su despliegue y eventual desmantelamiento.
Para tener éxito, la región debe priorizar varias áreas clave, incluyendo la realización de evaluaciones de impacto de ciclo completo y la mejora de la transparencia en el uso de recursos.