La Prohibición de la Inteligencia Artificial de Seguimiento Emocional en Europa
La nueva normativa de la Unión Europea sobre inteligencia artificial (IA) ha establecido un precedente histórico al prohibir el uso de tecnologías que rastreen las emociones de los empleados a través de cámaras web y sistemas de reconocimiento de voz.
Directrices de Uso de la IA
A partir del 2 de agosto, las empresas en los países de la UE deberán cumplir con las directrices sobre el mal uso de la IA. Esto incluye la prohibición de prácticas que manipulen a los usuarios para que realicen compromisos financieros sustanciales mediante patrones oscuros habilitados por IA.
El Acta de Inteligencia Artificial
El Acta de Inteligencia Artificial, desarrollado por la Comisión Europea, es el primer conjunto integral de reglas sobre IA en el mundo, diseñado para proteger a las personas de la discriminación, el acoso y la manipulación basadas en IA.
Prácticas Prohibidas
Las prácticas prohibidas bajo esta normativa incluyen:
- Rastreo de emociones: Los empleadores no podrán usar cámaras web y sistemas de reconocimiento de voz para rastrear las emociones de los empleados.
- Reconocimiento facial: Las cámaras de vigilancia móviles equipadas con tecnologías de reconocimiento facial basadas en IA están prohibidas, salvo en circunstancias limitadas y con estrictas salvaguardias.
- Scoreo social: La puntuación social habilitada por IA utilizando datos personales no relacionados, como origen y raza, está prohibida.
Implicaciones Legales y Económicas
Los países de la UE tienen hasta el 2 de agosto para designar autoridades de vigilancia del mercado que hagan cumplir las reglas de IA. Las infracciones pueden resultar en multas que varían entre el 1.5% y el 7% de los ingresos globales totales de las empresas.
Comparación Internacional
El Acta de IA de la UE es más completa que el enfoque de cumplimiento voluntario de los Estados Unidos, mientras que el enfoque de China se centra en mantener la estabilidad social y el control estatal.
Desafíos Futuro
Expertos han advertido que el rápido desarrollo de la industria de la IA, junto con cambios políticos recientes, podría hacer que estas directrices queden desactualizadas antes de entrar en vigor. La situación política, incluida una posible guerra comercial debido a tarifas impuestas por el presidente estadounidense, podría complicar aún más el panorama.
En conclusión, la Unión Europea ha trazado una línea clara en relación con el uso de la inteligencia artificial, buscando un equilibrio entre la innovación tecnológica y la protección de los derechos de los ciudadanos.