El Congreso Debe Prevenir el Asalto de Leyes Estatales sobre IA
Los estados de EE. UU. están apresurándose a regular la inteligencia artificial (IA), creando un mosaico de leyes que amenaza con frenar la innovación, aumentar los costos de cumplimiento y socavar la competitividad global de EE. UU. En 2023, la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales rastreó más de 450 proyectos de ley relacionados con la IA introducidos en los 50 estados, así como en Puerto Rico, las Islas Vírgenes y Washington D.C.
Si bien algunas legislaciones se centran adecuadamente en preocupaciones específicas del estado, como el uso de la IA en la educación pública o las comunicaciones electorales, muchos estados están yendo más allá de sus fronteras, proponiendo normas amplias que buscan gobernar la IA de manera más general.
Ejemplos de Legislación
Por ejemplo, Colorado promulgó recientemente una ley que exige a las empresas que desarrollan y despliegan sistemas de IA de alto riesgo que tomen medidas para minimizar el daño potencial. Por otro lado, California pareció retroceder cuando su gobernador Gavin Newsom vetó un proyecto de ley sobre la seguridad de la IA, aunque esa decisión fue más un asunto de óptica que de sustancia. La Agencia de Protección de la Privacidad de California ha continuado desarrollando normas sobre tecnologías de toma de decisiones automatizadas bajo la Ley de Privacidad del Consumidor de California, afirmando una amplia autoridad regulatoria sobre la IA.
Un Ambiente Regulatorio Caótico
Este apuro de los estados para regular la IA refleja una intersección caótica donde cada conductor asume el derecho de paso. Algunos estados avanzan con restricciones agresivas, otros avanzan lentamente con propuestas vagas, y algunos frenan por completo. El resultado es un entorno regulatorio enredado en el que los innovadores luchan por navegar un laberinto de mandatos conflictivos, obligaciones duplicadas y riesgos de ejecución poco claros.
Las empresas enfrentan una creciente incertidumbre legal mientras intentan cumplir con decenas de estándares diferentes y en evolución, a menudo con poca claridad sobre cómo se interpretarán o aplicarán las reglas.
Tendencia Acelerada
La tendencia está acelerándose. Para marzo de 2025, los legisladores ya habían introducido más de 550 proyectos de ley relacionados con la IA en esta sesión, con el potencial de establecer otro récord. Si esto continúa sin control, EE. UU. terminará con una red de leyes inconsistentes que fragmentan la política nacional, retrasan la innovación y crean barreras legales y técnicas para escalar sistemas de IA a través de las líneas estatales.
Escasez de Expertos en Políticas de IA
Este apresuramiento de la legislación estatal también agota la ya limitada reserva de expertos en políticas de IA. Investigadores, expertos técnicos y startups—cuyos aportes son esenciales para elaborar reglas efectivas basadas en evidencia—no pueden comprometerse de manera significativa con cientos de procesos legislativos que ocurren en paralelo en todo el país.
En lugar de permitir una elaboración de políticas reflexiva, esta sobrecarga dispersa el conocimiento, reduciendo la calidad y consistencia de las leyes resultantes.
Amenaza a la Liderazgo de EE. UU. en IA
Este escenario representa una verdadera amenaza para el liderazgo estadounidense en IA. A diferencia de EE. UU., China ha adoptado una estrategia nacional centralizada para convertirse en el líder global en IA, alineando gobierno, industria e investigación bajo un mandato unificado. En contraste, un entorno regulatorio fragmentado en EE. UU. corre el riesgo de estancar tanto a startups como a empresas establecidas en cargas de cumplimiento complejas.
Cuando cada estado establece sus propias reglas sobre cómo deben ser probados, desplegados o etiquetados los modelos de IA, se vuelve casi imposible operar a escala nacional, y mucho menos competir a nivel global.
La Necesidad de Acción Congresional
El Congreso debe actuar para prevenir leyes estatales que imponen requisitos amplios sobre el desarrollo y uso de la IA. Esto no significa eliminar toda la participación estatal, especialmente en áreas claramente locales. Pero cuando las leyes estatales afectan al comercio interestatal, dictando cómo se construye, usa o gobierna la IA a nivel nacional, el liderazgo federal es esencial.
Un marco nacional consistente reduciría la complejidad y promovería la innovación, mientras que aún permitiría salvaguardias específicas donde fueran necesarias.
Evitar la Regulación Prematura
Críticamente, EE. UU. no debe sentirse presionado a apresurarse a promulgar leyes amplias sobre IA simplemente para igualar el ritmo de la UE. La UE se ha enorgullecido de ser la primera con su Ley de IA integral, pero esa carrera regulatoria puede resultar autoderrotante. Mandatos demasiado amplios corren el riesgo de sofocar tecnologías beneficiosas antes de que maduren, desalentando el tipo de experimentación e iteración que impulsa el progreso.
EE. UU. ya cuenta con leyes robustas que rigen la seguridad del consumidor, la discriminación y más—muchas de las cuales se aplican a la IA hoy. En lugar de reinventar la rueda, el Congreso debería centrarse en identificar daños específicos concretos que no están abordados bajo los marcos existentes y desarrollar respuestas legislativas efectivas y estrechas.
Este es el enfoque reflejado en la reciente legislación bipartidista como el Take It Down Act, que hace ilegal compartir deliberadamente material de abuso sexual generado por IA. Esta ley, introducida por senadores de diferentes partidos, aborda un abuso claro y serio de la IA. Intervenciones específicas como esta protegen al público sin arrastrar a la economía de IA más amplia a una burocracia innecesaria.
Potencial de la IA
La IA tiene un enorme potencial para mejorar vidas, fortalecer la economía y avanzar en prioridades nacionales, pero solo si los innovadores tienen la libertad y la claridad para desarrollar a escala. El Congreso debe actuar para reemplazar el mosaico actual de leyes estatales conflictivas con un enfoque nacional cohesivo, que evite la regulación prematura y mantenga a EE. UU. a la vanguardia del liderazgo global en IA.