Protección de los derechos de los artistas: Lo que la IA responsable significa para las industrias creativas
El desarrollo y la implementación de tecnologías de inteligencia artificial (IA) están en pleno apogeo, impulsados por inversiones significativas de sectores públicos y privados. En el Reino Unido, se prevé que la industria de la IA genere £400 mil millones para 2030, aunque los marcos regulatorios que rigen estos avances a menudo son vistos como obstáculos para la innovación y la inversión.
Para mitigar los riesgos asociados con las tecnologías de IA, las empresas y organizaciones públicas en todo el mundo están adoptando cada vez más la auto-regulación para promover prácticas responsables de IA. La Campaña Hazlo Justo, lanzada por las industrias creativas del Reino Unido, hace un llamado al gobierno para apoyar a los artistas y hacer cumplir las leyes de derechos de autor a través de un enfoque responsable de la IA.
Oportunidades y riesgos
La IA ha transformado casi todos los sectores, incluyendo las industrias creativas. La IA generativa promete diversas oportunidades, desde enriquecer procesos creativos hasta ofrecer experiencias personalizadas al público, mejorando la eficiencia y rentabilidad.
A medida que estas tecnologías continúan evolucionando, proporcionan a los creadores un mayor control y calidad sobre los resultados generados. Sin embargo, estas oportunidades conllevan riesgos considerables, especialmente en relación con los derechos de propiedad intelectual y la posible reestructuración de la fuerza laboral.
Los sistemas de IA generativa dependen en gran medida de las creaciones humanas; sin las contribuciones originales de los artistas, estas tecnologías no podrían generar nuevo contenido. Desafortunadamente, la falta de transparencia y regulación crea un entorno sin precedentes donde las obras protegidas por derechos de autor son utilizadas sin compensación y consentimiento explícito para entrenar modelos de IA.
Equilibrando la IA y los derechos de autor
En enero de 2025, el Reino Unido lanzó el Plan de Acción de Oportunidades de IA, que detalla la estrategia del gobierno para desarrollar la IA. Aunque aún no se ha establecido una legislación específica sobre la seguridad y desarrollo de la IA, el plan aboga por un marco regulatorio pro-innovación.
El plan señala que la incertidumbre actual en torno a la protección de la propiedad intelectual está obstaculizando la innovación y las ambiciones de la IA. Se hace referencia al Acta de IA de la UE como un posible modelo que fomente la innovación en IA mientras asegura que los titulares de derechos de autor mantengan el control sobre su contenido.
Sin embargo, a pesar de ser la regulación más ambiciosa hasta la fecha, el acto no aborda de manera adecuada las crecientes preocupaciones sobre la infracción de derechos de autor.
El acto establece que cualquier uso de material protegido por derechos de autor requiere autorización del titular, a menos que se apliquen excepciones reguladas. Una excepción significativa se encuentra en la Directiva de la UE 2019/790, que permite el uso de obras protegidas con fines de minería de datos.
Aunque los titulares de derechos pueden optar por no participar en este uso, ejercer esta opción pone la carga sobre los artistas, quienes pueden no estar al tanto de la cláusula o de que sus creaciones están siendo utilizadas para modelos de IA. Esto hace que sea casi imposible para los creadores rastrear el robo de su propiedad intelectual.
En una reciente consulta sobre IA y derechos de autor lanzada por el gobierno del Reino Unido, se invitó a artistas y organizaciones culturales a compartir sus opiniones sobre el enfoque propuesto. Aunque los resultados de esta encuesta aún no se han publicado, los ministros parecen dispuestos a ofrecer concesiones significativas tras semanas de protestas de artistas británicos.
Las organizaciones sindicales han exigido que la legislación garantice medidas de transparencia para identificar la presencia de obras protegidas en los datos de entrenamiento, permitiendo a los artistas ejercer sus derechos sobre su uso.
Conclusión
A medida que los estados navegan entre la promoción de la innovación y la protección de los derechos, la conversación sobre la IA y los derechos de autor está destinada a evolucionar. Una cosa es cierta: las industrias creativas no pueden florecer sin la contribución original de los creadores.