Meta y el Código de Práctica del AI Act de la UE
En un reciente anuncio, Meta ha declarado que no firmará el Código de Práctica asociado con el AI Act de la Unión Europea. Esta decisión ha generado un debate considerable en el sector de la inteligencia artificial.
Contexto del AI Act
La Unión Europea aprobó su AI Act el año pasado, que establece un marco regulatorio para el uso de la inteligencia artificial en la región. Este acto se complementa con un Código de Práctica diseñado para los proveedores de modelos de IA de propósito general. Las empresas que firman este código se comprometen a mantener un nivel de transparencia sobre sus modelos y a cumplir con diversas promesas relacionadas con los derechos de autor.
Obligaciones del Código de Práctica
Entre las obligaciones que se imponen a las empresas que firman el código se incluyen:
- Reproducir y extraer contenido protegido por derechos de autor de manera legal.
- Mitigar el riesgo de producción de resultados que infrinjan derechos de autor.
- Designar un punto de contacto para recibir quejas sobre incumplimientos.
Reacción de Meta
El director de asuntos globales de Meta, Joel Kaplan, ha expresado que el código introduce una serie de incertidumbres legales para los desarrolladores de modelos. Según Kaplan, las medidas propuestas van más allá del alcance del AI Act, lo que podría obstaculizar el desarrollo y despliegue de modelos de IA en Europa.
Kaplan también ha advertido que esta excesiva regulación podría estancar a las empresas europeas que buscan construir negocios en torno a estos modelos avanzados.
Implicaciones para el Sector de la IA
El rechazo de Meta a firmar el código podría tener repercusiones significativas en la forma en que se desarrollan y regulan los modelos de IA en Europa. La empresa ha enfrentado críticas previas por el uso de un amplio catálogo de libros piratas para entrenar sus modelos, lo que añade otra capa de complejidad a su postura frente a la regulación de la IA.
A medida que la Unión Europea avanza con su marco regulatorio, la reacción de empresas como Meta podría influir en cómo se perciben y se implementan las normativas sobre inteligencia artificial en el futuro.