Por qué la Ley de IA de la UE podría no salir según lo planeado
La Ley de Inteligencia Artificial (IA) de la Unión Europea, diseñada para regular los riesgos asociados a la IA, enfrenta posibles revisiones debido a un clima político cambiante y al cabildeo de la industria, menos de un año después de su acuerdo. Esto ha generado preocupaciones entre los defensores de la seguridad y ha sembrado incertidumbre en la industria.
Originalmente celebrada por establecer un estándar de seguridad global, la Ley de IA ahora corre el riesgo de ser alterada mientras la UE prioriza ponerse al corriente con EE. UU. y China en el sector de la IA a través de leyes simplificadas y requisitos empresariales reducidos. Los activistas advierten sobre los posibles riesgos tecnológicos, mientras que algunos en la industria expresan preocupación por la incertidumbre.
Opiniones de Expertos
Tomasz Snażyk, CEO de AI Chamber, declaró: “Si realmente quieres imponer algo, impónlo; si quieres detener el reloj, detén el reloj. La gente quiere estar muy segura de lo que está sucediendo”.
Adopción de Tecnología
Kim van Sparrentak, legisladora de los Verdes de los Países Bajos, advirtió sobre el riesgo de obstaculizar la adopción de la tecnología, señalando que solo se estima que el 13% de las empresas europeas utilizan adecuadamente la IA. Ella afirmó que hacer cumplir la Ley de IA es esencial para garantizar la seguridad y funcionalidad de los sistemas de IA en el mercado, fomentando una adopción más amplia.
Por otro lado, la industria de Big Tech, respaldada por el gobierno de EE. UU., aboga por retrasar la implementación para permitir un tiempo de cumplimiento adecuado. El grupo de cabildeo CCIA argumentó que un aplazamiento es esencial para proporcionar a las empresas el tiempo suficiente para prepararse.
Presiones Políticas
La administración Trump expresó preocupaciones sobre la Ley de IA en enero. En junio, la jefa de soberanía tecnológica de la Comisión Europea, Henna Virkkunen, sugirió pausar la implementación de la ley, a pesar de su promulgación oficial en agosto de 2024. Mientras que algunas prohibiciones de prácticas de IA entraron en vigor en febrero, se programan nuevas regulaciones para aplicaciones de IA de alto riesgo para 2026 o 2027.
Virkkunen declaró el 6 de junio en Luxemburgo que se debería considerar el aplazamiento de partes de la Ley de IA si los estándares y directrices no están listos a tiempo. Además, la Comisión está revisando la simplificación de sus reglas digitales, con un enfoque en la IA, la ciberseguridad y las regulaciones de datos, que se presentarán en diciembre. Kilian Gross de la Oficina de IA indicó la posibilidad de cambios “dirigidos” a la Ley de IA.
Preocupaciones sobre la Regulación
Blue Duangdjai Tiyavorabun, asesor de políticas de EDRi, expresó una profunda preocupación por los intentos de desregular disposiciones clave de la Ley de IA, advirtiendo contra el desmantelamiento rápido de las protecciones legales. Los legisladores planean interrogar a Virkkunen en Estrasburgo sobre la posible pausa durante una reunión de monitoreo de la implementación de la Ley de IA. El legislador irlandés Michael McNamara, co-presidente de la reunión, anticipa que la pausa dominará las discusiones.
Impacto Global
La actual indecisión podría socavar el “efecto Bruselas”, donde las reglas tecnológicas de la UE tienen un impacto global. La Comisión enfrenta el desafío de fomentar empresas de IA nacionales sin comprometer sus capacidades regulatorias. Van Sparrentak enfatizó la necesidad de que la Comisión señale su compromiso con la Ley de IA.
La ausencia de directrices de la Comisión sobre transparencia y supervisión humana ha llevado a grupos de la industria, inicialmente opuestos a las leyes, a solicitar públicamente un aplazamiento. El gobierno de EE. UU. también abogó por un retraso, enviando comentarios a la Comisión Europea en abril. Van Sparrentak criticó la atención a la solicitud de Trump para detener la ley y urgió a la Comisión a garantizar la seguridad de los sistemas de IA en Europa.
Un portavoz de la Comisión Europea, Thomas Regnier, reafirmó el compromiso de la Comisión con los objetivos de la Ley de IA, aunque también señaló que “todas las opciones siguen abiertas para consideración” mientras busca simplificar las reglas digitales.