La Comisión Europea ha estado a la vanguardia en la adopción de la Ley de Inteligencia Artificial de la UE, comparada a menudo con el GDPR. A medida que la inteligencia artificial avanza rápidamente, los legisladores luchan por regularla de manera que proteja la privacidad y fomente la innovación.
El Código de Práctica para Proveedores de Modelos de IA de Propósito General (GPAI) es crucial para evaluar el compromiso de Europa con la innovación en IA. La versión más reciente del Código introduce nuevas medidas que podrían ir más allá de los requisitos de la Ley de IA, lo que plantea riesgos significativos de exceso regulatorio.
La Unión Europea está imponiendo reglas estrictas sobre las actividades de inteligencia artificial que representan riesgos altos e inaceptables, incluyendo aquellas desplegadas en el lugar de trabajo. La Ley de IA, que se implementará en etapas hasta el 2 de agosto de 2026, clasifica y regula la actividad de IA en función de cuatro niveles de riesgo.