La Curaduría Responsable de la IA en las Organizaciones
Muchas organizaciones utilizan inteligencia artificial (IA) sin darse cuenta. La pregunta es cómo lo hacen y cómo pueden asegurarse de que lo están haciendo de manera responsable.
Muchas organizaciones utilizan inteligencia artificial (IA) sin darse cuenta. La pregunta es cómo lo hacen y cómo pueden asegurarse de que lo están haciendo de manera responsable.
La forma en que gobernamos los datos y la inteligencia artificial está atrasada y necesita un reinicio fundamental. Los modelos tradicionales de gestión y gobernanza no están diseñados para la velocidad y la imprevisibilidad de la IA.
La inteligencia artificial ha evolucionado más allá de ser solo un término de moda y se ha convertido en un catalizador poderoso que transforma industrias. Con este papel creciente de la IA, surge la obligación de asegurar que se despliegue de manera ética y transparente, lo que está en el corazón del concepto de IA responsable.
La IA responsable no es lo mismo que el uso responsable de datos o la IA ética. Se trata de cómo una organización puede operacionalizar la IA responsable a medida que escala su uso de la IA en toda la empresa.
La inteligencia artificial (IA) presenta una oportunidad para impulsar el crecimiento económico y fomentar la innovación en Australia, especialmente dado el bajo nivel de productividad actual. Sin embargo, la mayoría de los australianos aún se sienten nerviosos por su uso, lo que resalta la necesidad de que las organizaciones implementen un enfoque responsable hacia la gobernanza de la IA.
Una nueva encuesta de EY revela una desconexión significativa entre la confianza de los ejecutivos de nivel C en los sistemas de inteligencia artificial y los niveles de gobernanza existentes. A pesar de que el 72% de las empresas tienen AI integrada en sus iniciativas, solo un tercio cuenta con controles responsables para los modelos de IA actuales.
En esta fase de la aparición de la IA en los negocios, los líderes enfrentan el riesgo de intentar regular antes de haber adquirido suficiente experiencia en la implementación de la IA a gran escala. La regulación debe proteger a las personas, pero no a costa del progreso, ya que la innovación depende de la libertad para experimentar.
La inteligencia artificial responsable no es opcional; es un proceso que debe estar integrado en el ciclo de vida de los productos. Es fundamental que todos los involucrados en la creación de sistemas digitales asuman la responsabilidad de su impacto en los usuarios.
Los expertos en tecnología instan a Nigeria y al continente africano a adoptar una estrategia unificada de gobernanza para el desarrollo de la inteligencia artificial (IA). Advierten que la falta de gobernanza en la IA podría tener repercusiones severas, comparando la situación actual con los errores del pasado en la arquitectura de ciberseguridad.
El aumento de la población que requiere atención geriátrica es significativo, con la Organización Mundial de la Salud proyectando que el número de personas mayores de 60 años alcanzará los 1.4 mil millones para 2030. A medida que las organizaciones implementan sistemas de gestión de inteligencia artificial, es crucial que se establezcan salvaguardias adecuadas para evitar consecuencias negativas.