Un estudio global revela que el 58% de los empleados utilizan herramientas de inteligencia artificial (IA) en el trabajo, aunque casi la mitad admite hacerlo de manera inapropiada. Esto resalta la necesidad urgente de políticas y formación sobre el uso responsable de la IA en las organizaciones.
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, está utilizando un chatbot de inteligencia artificial para ayudar en su trabajo, pero el gobierno se niega a revelar cómo se está utilizando esta herramienta. Expertos advierten que la falta de transparencia sobre el uso de inteligencia artificial plantea preocupaciones sobre la precisión de la información utilizada en la toma de decisiones gubernamentales.
Las empresas deben considerar diversas implicaciones legales al planificar proyectos de inteligencia artificial, incluyendo la evaluación de casos de uso de alto riesgo y la jurisdicción en la que se utilizará la herramienta. Además, es crucial entender cómo se usan los datos y de dónde provienen para garantizar el cumplimiento de las leyes de privacidad.
Europa está avanzando con sus planes para hacer cumplir su Ley de IA, que comenzará en 16 meses. Los fabricantes de dispositivos médicos están preocupados por la carga que esto podría suponer para ellos, ya que deberán cumplir tanto con las regulaciones de dispositivos como con la nueva ley de IA.
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